Baile de invierno/Mascarada ~ Todos invitados

Miró a Olivia y se encogió de hombros después de leerle los labios, no podía decirle el porque de la actitud de su hermana, después de todo ¿a quién le importaba más que a él?..., sonrió sin convicción a su prima que parecía curiosa como siempre, mientras observaba a Emilia que le daba la espalda e intentaba parecer normal.
-Demonios- pensó desalentado, solo había ido a esa fiesta porque Emy se lo había pedido, sino estaría en su habitación, haciendo..., nada como siempre y no estar parado siendo ignorado, -genial, la mejor fiesta a la que he ido- masculló sintiendo que alguién le observaba, una voz varoníl le sobresaltó un poco, a juzgar por la voz intuyó que era George, pero no lo supo hasta que vió que su persona se alejaba, dedicando una sonrisa a alguién..., giró un poco la cabeza donde lo primero que le recibió fue el perfume delicado y sutil de una joven.
Sonrió cuando ella llegó a su lado, -hola- murmuró girándose por completo a ella, -luces hermosa- dijo con una leve sonrisa, admirando todo lo que ella representaba.

La voz de la joven despertó sus emociones una vez más, ella siempre causaba sensaciones en él difíciles de explicar, sonrió una vez mas al escucharla, realmente no se consideraba guapo, pero pensaba que quizá era al hecho de decir que el amor era ciego y la locura lo acompaña, frase que sin duda se ceñía a su relación, -gracias- dijo encogiéndose de hombros.
-Ah, bueno está un poco molesta, porque no le dije de lo nuestro- comentó en apenas un susurro, donde solo ella podría escucharlo, volteó a mirar a la mesa donde las chicas se habían reunido y volvió a dirigir su mirada hacia Sky.

-si me he enterado de ello, pero que mas dá, de pronto nada comienza a importarme salvo tú y lo que tú pienses- inquirió acariciando la mano de la joven, dejando percibir su calidez y esencia, sonrió entrelazando sus dedos con los de Sky, -te amo- susurró, estaba tan cerca de ella que podía respirar su aliento, dejarse llevar por las emociones le era tan raro mas sin en cambio con ella simplemente era algo digno de experimentarse.

No pudo evitar sonreir de la emoción que aquellas palabras le causaban, siempre le era agradable escuchar esas palabras de boca de Sky, -por supuesto- inquirió dándole un apretón en su delicada mano, incitándola a salir primero, aunque sabía que saldría justo detrás de ella, eso de esperar no era su punto fuerte.
Sonrió mirando hacia donde se encontraban las chicas, pero ahora no le importaba lo que dijeran o dejaran de decir de ellos.

Escuchó el susurro y asintió levemente, giró en busca de su bebida y dió un sorbo, solo para restarle minutos a su salida, aunque eso ya no le importaba mucho solo quería salir para hablar con Sky.
Una vez terminada su bebida, salió tras de la joven, encontrándola en una banca, él se sentó junto a ella dándole un beso en la mejilla, -hola otra vez- dijo con una sonrisa tomando la mano de la chica.

Se encogió de hombros restándole importancia a lo que decía, -no importa, ya sabe lo nuestro, la chismosa de Dottie se lo ha dicho, no te preocupes por ella Sky, Emy es de confianza, no haría nada que pudiera perjudicarme- dijo esbozando una sonrisa confiada, sabía que había hecho mal al no haberle dicho a Emilia que amaba a Sky, si era su mayor confidente, pero después aclararía todo con su hermana, -así como tu no te preocupas de George, ¿verdad?- cuestionó mirándola con seriedad, William no conocía muy bien al hermano de Sky, pero intuía que no tenía nada que temer.

Soltó una risita divertida al escucharla, sabía perfectamente lo que George le diría después de todo él hubiera hecho lo mismo, siempre se la pasaba sobreprotegiendo a sus hermanas, -claro, lo entiendo- dijo con una sonrisa burlonaburlándose de él mismo, ya que podía imaginarse la escena que tendrían, pero George no era la clase de persona que se comportaba agresivo, es más a veces lograba agradarle a William, bueno eso si contaba el hecho de lo único que sabía de Platt era por parte de habladurías y algunos chismes raros entorno a que era el mas sensato de los de su familia, -entonces ambos confiaremos en nuestros hermanos- comentó pasándole un brazo sobre los níveos hombros de su amada.

El roce de sus cabellos despidió un aroma exquisito que le despertaban sus sentidos, el perfume que él nunca se cansaría de oler y que difícilmente olvidaría. Ella simbolizaba el más puro de sus placeres, la odisea de sus días y todo cuanto él mas apreciaba de su existencia.
Sonrió apretándola aún más a su cuerpo, -yo también te amo- dijo sin importarle nada más que ellos dos, juntos pensando en el ahora, bañados por la luz plateada de la luna y las miles de estrellas que adornaban el vástago firmamento.

La caricia de la joven, le hizo estremecer, ella era la única que despertaba todos sus sentidos, para que ninguno de ellos se perdiera nada de lo que ella podría brindarle, como aquel beso que endulzó sus labios, una ambrosía que le complacía y hacía regocijar su existencia, -ni que decirmelo- murmuró entrelazando su mano con la de la chica.

Acarició su mejilla y le dió otro beso con dulzura.

Con una sonrisa de complacencia se separó de ella, dejándo embriagarse de toda su esencia, -te amo, tanto Sky..., que hasta duele amarte- inquirió volviéndo a besarla, después de tenerla solo para él en esos momentos lo menos que tenía que hacer era preocuparse por nadie salvo ellos dos, y eso era lo que hacía.