Comercio Limpio ~Libre~

Lo menos que le apetecía era entrar en los clubes nocturnos, eran demasiado ruidosos y llenos de gente maliciosa, una gran desperdicio que era aquello, los viciosos jóvenes se regocijaban en su gran imundicia y "belleza" que no les dudaría por mucho tiempo.

Pese al gran desasociego que le causaba, tenía que ir, -no se ni porque me molesto- murmuró haciendo fila, donde un hombre fornido decía quién entraba o no, -pff- resopló cuando habiendo mostrado su identificación le permitió el acceso. Inmediatamente después de entrar, buscó a su prima -Olivia donde te has metido-pensó escaneando rapidamente el ruidoso lugar, cuando una hermosa mujer, alta y rubia, maquillada ostentosamente al igual que su atuendo..., suspiró con desdén mientras se encaminaba hacia su dirección.

Se recargó en la pared como si fuese a comprar algo con la jóven, -¿qué crees que estás haciendo?- cuestionó con tono firme y serio, -no puedo creer que haya venido a este sucio lugar solo para buscarte..., desconsiderada- espetó un tanto molesto observando como las chicos intentaban acercarse a Olivia por su dotación de afrodiciacos...

El ruidoso lugar hacìa que sus oídos quisieran suicidarse, era un asco de lugar y no entendìa por que su prima hacía esta clase de cosas, además de que tampoco quería saberlo, es por ello que dicen que la ignorancia te hace feliz, y en cierta parte así era..., pero no a sabiendas de que es un familiar tuyo el que anda por allí dotando a las personas de su perdición siendo su proveedor de tal arma silenciosa y asesina.

Hizo un gesto de desaprovación cuando prácticamente ella se hacia la indignada, y despedía a los adictos como si fuera una burguesa reina vende narcóticos -¿que hago aquí?, vengo por tí... nos vamos- inquirió con suma molestia, -si, lo que quieres es dinero, yo te lo doy, ni siquiera necesitas pedirmelo...no necesitas hacer esta clase de cosas- espetó con desacreditación, no tenía intención de hacer la sentir mal ni mucho menos, solo intentaba hacer que dejara ese "comercio"... -¿no podía ser que en verdad le gustara hacer aquello o si?-se cuestionó pensando en tal alternativa, la mente humana es tan caprichosa que nunca se termina de comprender ni la propia misma.

La miró exasperado, no era de su incumbencia al cabo ella podía hacer lo que quisiera que no?, sin dejar de mirarla escuchó sus excusas con indiferencia, le importaba un comino el porque estaba haciendo aquello, simplemente quería que lo dejara, ¿por qué todo el mundo tiene que terminar como una porquerìa?- pensó desviando la mirada de la joven para posarla en los demás chicos que bailaban como si todo estuviera perfecto, sintió una repugnancia infinita, todos sus valores y por que no decirlo sus prejuicios luchaban en su interior intentando sobresalir el uno del otro, -bien pues deja de hacerlo, que Magg se ocupe de sus problemas, ¡maduren niñas!-comentó con sorna sin mirarla, sin duda era una situación que por mas que intentara frenarla se le escapaba de las manos, no podía seguir tratando de cuidarlas, eran lo suficientemente mayorsitas para hacerse cargo, pese a ello William siempre se preocupaba por su familia, y le dolía que lo vieran como el villano o aguafiestas, simplemente queria hacer lo mejor para todos, llevar en alto sus principios y dejar las disputas de antaño atras.
-No se ni porque me preocupo, esto no me concierne...¿cierto?, hagan lo que quieran es su vida la que ponen en peligro, me tienen harto con sus locuras, simplemente ya no puedo mas, supongo que nunca me lo pidieron así que el culpable soy yo...- comentó con aire meláncolico sabía que no podía dejarla allí, corria un gran riesgo, cualquiera de esos adolescentes en trance podría hacerle daño, sin contar las miles de cosas peores que podrían pasarle a ella y a sus alocadas hermanas, -donalo tú, es a fin de cuentas ¿es tu dinero bien habido no?- murmuró sin saber si ella lo habría escuchado ya que la música se alzaba por sobre las paredes...

Le reconfortaba el simple hecho de que ella hubiera accedido aunque no estaba completamente seguro de que lo hacía de verdad o simplemente fingía para zafarse del tema y hacerlo sentir mejor, cual fuere que fuesen las causas le estaba agradecido. no quería pasar ni un momento mas en aquel lugar plagado de pestes de la humanidad cambiante.
Aquella noche era una de las peores que en su vida tenía que sobrellevar, las sumaba con tal facilidad a su lista que ya había llenado libretas enteras con ellas...-bien- dijo un poco relajado, aunque la música y el escándolo de las chicas y chicos borrachos, diciendo tontería y media no le permitían relajarse del todo.
Al escucharla decir que se irián su postura retomó la tensión y a su ves la calidez de sus propias palabras de alivio, la siguió alejando unos cuantos chicos de su paso que se tambaleaban sumidos en un trance coloquial dignos de aquel lugar, fulminándolos con la mirada cada vez que alguno de ellos veía de forma lujuriosa a su prima, que sin dudar alguna tenía una belleza embriagante que a cualquiera conquistaba.
Una vez fuera podía devolver el estrés a su cofre dentro de su sentido común, en lo ya no tan recondito de su mente, ahora lo necesita tan seguido que el archivo había tenido que dejarlo al alcance... el claxon de los automoviles le atrajeron a la realidad una vez más mirando de soslayo a su prima que parecía aliviada. La tomó del brazo con delicadeza y comenzaron a avanzar, lo que necesitaba era despejarse antes de regresar a su automovil.

El taconeo de sus zapatos era lo único que podía apreciarse una ves dejado atrás el tráfico, la fuerte música y las risas bochornosas de los chicos del antro, caminabamos uno al lado del otro, el contacto de su piel me reconfortaba, me proporcionaba cierto abrigo el estar solo nunca había sido de su agrado, la soledad le era un momento de lo mas siniestro, y en esta ocasión ella le quitaba esa sensación por pequeña que fuera.
El frío comenzaba a hacer su aparición cuando ella me guió hasta una banca antigua que parecía escondida de entre el tumulto diario, suspiró y se sentó junto a ella, sintiendo su cabellera resbalar en sus hombros al racargarse Olivia en ellos..., no se compartían momentos como aquellos desde hacía mucho tiempo, cerró sus ojos recordando sus días de infancia cuando jugueteaban en la casa de campo en londres, donde se divertían y nada de preocupaciones atormentaban sus pequeñas mentes inocentes... -no olvides que te quiero-murmuró...rememorando que casi nunca le había dicho que en realidad la quería y apreciaba pese a todas las diferencias que les pudieran surgir

Una sonrisa surcó sus facciones, aunque intuía que sus hermanos lo querían siempre le hera grato que se lo dijeran, lo hacían sentir amado y que todo estaba bien, aunque fuera por unos segundos la melancolía desapareció de su delicado humor.
Golpeó delicadamente con su codo el brazo de su prima, -hermanito? soy mayor-inquirió sonriendo, escuchando el hulular del viento entre las ramas de los àrboles que se movían al compás del aire, cual sinfonía instrumental.
Will era la clase de personas que siempre intentaba encontrar la música en cada cosa que escuchara, aun sin siquiera tocar un instrumento decentemente.

-si, pero aún soy mayor..., tu eres una niñita-dijo en tono burlón..., aunque unos cuantos meses los separaban sabía de sobra que su actitud lo llevaba por delante, algunas veces el madurar para saber cuidar a tus hermanos debido a la ausencia de tus padres era una labor tediosa, aún con ello Will siempre alardeaba de su edad para tener mayor control en su familia, al menos lo hacía sentir útil en algo.

Un sonido perturbó su divertida charla, no quiso darle importancia por lo que adoptó una actitud positiva, nada común en él, ya que siempre actuaba tan sobreprotector y controlador de todo, uno de sus tantos defectos, -talves sea... un ansianito buscando su bastón-bromeó sin dejar de estar alerta, no le gustaba ser sorprendido...

off: jaja ok...pero tu decide que te gusta más el asesino violador?? jaja

Se giró al igual que su prima para ver que o quién causaba tal alboroto donde un peculiar señor hizo su aparición, su sistema estaba desbordando alcohol, a juzgar por su apariencia el vicio lo acompañaba desde varios años atras, figurando tal ves el propósito de su existencia, por un momento la perplejidad se vió reflejada en su rostro, -te lo dije- sonrió aunque en realidad no esperaba que fuera un anciano quién saliera de entre los arbustos, el pobre señor hablaba solo incohrencias producto de sus delirantes confunciones mentales a causa de la bebida que sostenía.

Olivia intentó hablar con él, pero por obvias razones el fulano no respondéría nada pertinente, salvo si los pescados y limones estuveran en una conversación propiamente dicha en esos momentos. -creo que es tu pariente- bromeó mirando al individuo tambalearse y expresándose burdamente, acto que le hizo reir.

off: jaja creo q si jee

El sujeto seguía con sus habladurías, y William sin entenderle palabra alguna, simplemente lo ignoraba y trataba de hacer entrar en razón al anciano, una parte de él sabía que de nada le serviría hablar con aquel hombre y la otra parte que le ayudara al "pobre" hombre adicto, aunque esto último no tenía lógica alguna.

Miró aburrido al tipo hasta que este le sujeto por los pies, como si estuviera abrazándolo, no alcanzaba a entederlo pero si le molestaba aquel acto, -hey por favor sueteme, tenga un poco de dignidad-inquirió con desdén, escuchando el repiqueo de los tacones de su prima, volteó a verla cuando el hombre que yacía en el suelo soltó con un estrepitoso ruido lo que seguramente había comido o bebido, un espeso líquido fué a caer en los zapatos negros que le habían sido tan costosos..., -yuck, que asco- dijo con repugnancia alzando su pie donde la gelatinosa mezcla se esparcía a ambos lados de sus cholcos, una mueca de desagrado surcó su rostro, tratando de resarcirse del hombre que le sujetaba, -demonios- masculló con desagrado.