Nocturne ~Sebastian~

Ya le dije a Sebastian que nos veríamos aquí. A estas horas de la noche no suele haber mucha gente, por no decir nadie, no hay riesgo. Verse en casa de los Port resulta cada vez más complicado, mis tíos nos observan como si hubiésemos cometido la peor blasfemia siendo que no hemos hecho nada...a pesar de que la idea sea tentadora. Deseo por lo menos verlo y estar tranquila con él, como nunca hemos podido hacerlo por las constantes ironías de la familia.
Me senté a la orilla de la laguna, casi tocando el agua invisible por la oscuridad y el reflejo del cielo.

Por fin habia llegado a lugar donde Olivia y yo nos habiamos quedado de ver, un lugar donde podíamos estar solo sin que los demás nos dijeran algo, o nos miraran como si fueramos un par de bichos raros. Muchas veces pensaban que entre Olivia y yo ya habían pasado varias cosas pero no era asi nos manteniamos al margen. Vi a Olivia sentada en la orilla de la laguna y me acerce despacio quedando detras de ella tapandole los ojos-¿Quien soy?- le dije cambiando el tono de mis voz aunque sabia que resultaria completamente inutil ya que ella me conocía perfectamente

Reí. Creí que sólo Susie hacía ese tipo de cosas, pero la voz era demasiado varonil para ser ella.
-Ni idea de quién pueda ser-Seguí con mi mano el camino de su brazo hasta llegar al rostro. Indudablemente era Sebastian pero había que comprobarlo, sólo por si acaso, he comprobado que todo puede pasar en inglaterra y en cualquier parte. Acaricié su rostro esta vez sin cuidado de que alguien pudiese siquiera sospechar algo.- No es necesario taparme los ojos, no veo nada, ¿sabes?- Era una noche sin luna, por lo menos en esos momentos, ideal para que descuidados como yo se pierdan o tropiecen en la oscuridad.

Reí al escuchar lo que me decía mientras sentía sus manos sobre mis rostro-Bueno tenía que asegurarme de que no vieras sino no tendría caso- le dije quitando por fin mis manos de sus ojos para después sentarme a su lado.-Cuanto tiempo sin verte prima- le dije con sarcasmo ya que nos veíamos todos los días en el internado, y también nos veíamos en nuestros encuentros nocturnos como este, solo así podíamos evitar lo que los demás sospecharan mas de lo que ya lo hacían. Todos creían que entre mi prima y yo pasaba algo mas que una simple relación de primos, bueno talvez si había algo mas que una simple relación de primos pero los dos sabíamos como aparentar bien las cosas

-Demasiado-Confirme yo, bromeando. En el fondo no era tan irreal la broma, es decir, nos vimos ayer e incluso puede que nos hayamos topado hoy en la manana sin tener tiempo de conversar pero, aunque realmente deteste admitirlo, en cada pensamiento que tengo hay un rincon y una seccion especial destinada a sebastian y por mas que lo intento no logro quitarmelo, eso me hace extrañarlo mas de lo normal. Se que esta mal, no deberia atraerme, ni mucho menos venirme a la mente una relacion mas que fraternal cada vez que lo veo.-Increible. Tienes la habilidad especial de producirme contradicciones mentales.-Dije despues de un rato, algo frustrada, me desagrada la idea de que la gente tenga algun tipo der poder sobre mi y el lo sabe. Se que algun dia me arrepentire de haber dicho esto, pero de esto se trata nuestra salida, no?; hablar casi sin pensar, sin reflexionarlo mil horas antes como tenemos que hacer siempre para guardar apariencias.


Off: liv stone port en vivo y en directo desde un black berry, no exijas colores ni ortografia pk soy una troglodita con esta cosa

Rei al escuchar sus palabras, sabia exactamente a lo que ella se refería cuando hablaba sobre contradicciones mentales ya que a mi me pasaba exactamente lo mismo que ella, pero frente a todos los demás e incluso enfrente de ella tenia que aparentar algo que no era-Bueno pero ¿que clases de contradicciones le causo a tu mente?-le pregunte con curiosidad mientras la miraba me encantaba poder provocarle contradiciones a mi prima sin duda alguna podía considerarlo mi pasatiempo favorito claro que eso no se lo iba a decir.

Maldita mirada y maldito su jueguito. Sé que sabe muy bien que clase de contradicciones pasan por mi mente y él sólo quiere oírlas de mi boca, por eso utiliza su tonito seductor de suficiencia. Es de las pocas personas que tiene algún tipo de dominio sobre mí y le gusta disfrutarlo.
Tomé su rostro entre mis manos y apoyé en mi frente en la suya.
-Eres-un-imbécil- bromeé entrecortadamente y terminé riendo. Por supuesto que no es un imbécil pero le gusta actuar como uno cuando estamos juntos. No me daré el trabajo ni la vergüenza de explicarle lo que pasa por mi mente, aumentaría demasiado su ego. "Presumido" llegué a susurrar divertida negando con la cabeza.