Tratando de olvidarla (Sky)

Las cosas habían sucedido tan rápido que aún pensaba que era una locura. Por un lado estaba euforica al pensar que estaría con Paul por el resto de nuestras vidas, formaríamos una familia y seríamos felices. Yo le ayudaría con sus problemas y el con los míos, seríamos uno sólo. Pero por el otro lado estaba William, quien en ausencia de Paul ocupaba cada uno de mis pensamientos, y muchas veces de mis lágrimas. Odiaba a sus padres por tenernos así, pero a la vez pensaba que el hecho de que nuestro amor - si era posible llamarlo así - fuera imposible, y a la vez me hizo conocer el amor que me entregaba Paul desde hace un año, y desde hace unas noches para siempre. Sólo falta escapar, encontrar una pequeña iglesia y ¡sas! sería la sra. de Paul Miller.

Jason no me hablaba después del incidente y me tenía preocupada, al no saber si le había contado al resto de los hermanos y tampoco saber como reaccionarían al saber que su hermana pequeña pronto se casaría en contra de la ley por ser menor de edad. Vaya enredo. Necesitaba hablar con Jason y tal vez el balcón, que era uno de los lugares que más solía visitar cada vez que pensaba en Susie, era un buen escenario para mejorar mi situación. Pero me equivoqué, frente a mi estaba mi propio demonio. No supe que hacer ni que decir, no me podía mover, ni respirar si quiera. ¿Por qué el destino me hacía esto? Justo cuando ya me había propuesto ignorarlo y olvidarlo, y sólo concentrarme en Paul. Me iba a marchar cuando torpemente choqué contra una vasija que adornaba el lugar. Cerré los ojos sabiendo que el ya me había notado "Lo siento, yo me voy" dije sin mirarlo. No podría, mi voluntad se iría si lo hacía.

Que no se acerque, que no se acerque- rogué mentalmente, no sabía que haría si lo hacía. No le veía desde que las vacaciones habían comenzado y este no era un encuentro muy placentero que digamos. "No, quedate. Yo me marcho, siento la interrupción" le dije rapidamente, esperando que me dejara ir y que el se quedara ahí. Noté su nerviosismo, el mismo que estaba sintiendo en este momento mientras le veía cada vez más cerca; pensé en Paul. Toqué mi dedo anular donde pronto descansaría mi anillo de compromiso y de matrimonio, no podía permitirme una situación como esta.

Quise alejarme al ver que tomaba sus cosas para marcharse. EL estaba priermo que yo en el balcón por lo que no podía llegar yo y obligarle a marchar. "Quédate, debo buscar a Paul de todas formas" dije intentando que no se acercara más; no podía estar segura de ser yo misma si se acercaba un poco más.

Cuando llegó frente a mi , desvié mi mirada no queriendo encontrarme con sus ojos; esos que me volvían loca cada vez que los miraba. Murmuró algo que me dejó perpleja, me había extrañado. Cerré los ojos en una expresión torturada y me sentí enrojecer. ¿Por qué me decía esas cosas? Si sabía que lo nuestro jamás pasaría. El y yo, eramos prohibidos el uno para el otro. "No digas eso. No te enseñaron que no debes mentir" le dije con rencor en mi voz. Si me extrañara, habría llamado. Si me quisiera, habría dado todo por mí y no se habría marchado con Tamara.

Me habló tan cerca que podía sentir el calor que desprendía de su piel. Esto no estaba bien, me casaría pronto con Paul y seríamos felices. Tendríamos una familia juntos y todo estaría bien, William era parte del pasado. O eso quería creer. "Pues no te creo, las palabras no valen nada" le dije alejandome de él, su esencia me abrumaba y me impedía pensar con claridad "sobre todo las tuyas" quise decir pero me mordí la lengua sólo para no empeorar las cosas.

El era el pasado, Paul y nuestros planes el presente y futuro. Todo saldría tal y como lo planeamos.

¿Qué debía responderle? ¿Gracias? Sólo quería que todo acabara, quería explicaciones, acciones, quería a Paul conmigo, pero lo quería a él también. ¿Acaso podría ser tan egoísta como para olvidar que Paul existía y poder hablarle a William sin pensar que lo que hago está mal? No, no podía. Mi respuesta, mi pequeño si a la propuesta de Paul no me lo permitía, ni dejaría que pasara. Maldito destino que me odia, que me tiene entre la espada y en la pared. Sólo porque él no fue capaz de luchar contra su padre y madre que evitaban a toda costa que nos amaramos como creímos hacerlo. "A ti igual con Miller" dije nombrando a su tonta novia, que luego de la discusión en el estacionamiento me caía aún peor que antes.

Debía dejar la conversación hasta ahí, lo sabía pero necesitaba respuestas. Después de todo, pronto sería la mujer de alguien más y no habría vuelta atrás. "¿Por qué?" le pregunté queriendo saber porque siempre se conformó con lo que llevabamos viviendo hace mas de un año. Encontrones furtivos, miradas complices, peleas, rumores y más peleas. ¿Acaso habia sido sólo una más? ¿Un juguete? El habia sido el primero, en todo. Primer beso, primera caricia, todo... también habia sido el primero en romper mi corazon y por ello al menos merecía una explicación. Una razón.

"¿Por qué no peleaste?" le pregunté directamente, y me dolió como si me hubieran enterrado una estaca en el corazón. "Dime. ¿Acaso no te demostré que quería estar contigo? o sólo me utilizaste" dije queriendo de una vez por todas saber que había pasado, si es que había pasado algo. Y aunque doliera más adelante, tendría que escuchar de sus labios que todo fue un juego, que el amor nunca estuvo presente y todos los te quieros pronunciados no fueron más que palabras vacías y sin su real significado. "Sólo dímelo, y no tendremos que hablar más" le pedí, y me reprendí por sonar como si le estuviera rogando.

Lo escuché atentamente; te amo y te amaré, las palabras que más temía escuchar de su boca habían sido pronunciadas. "Es muy tarde" dije despacio, una traicionera lagrima se deslizo por mi mejilla izquierda y que rapidamente limpié. "Tu estás con ella, y yo con Paul. Nos casaremos, me lo ha pedido y he accedido." dije y vi como sus facciones se crispaban en dolor. "Es muy tarde William, pero significas mucho para mí" dije y sabía que estaba cometiendo el peor error de mi vida. Paul quería dejar atrás a William, yo habia dicho que si a su peticion de olvidar todo, pero me era imposible cuando el dueño de una parte de mis pensamientos estaba frente a mi declarando su amor.

Quería gritarle que una palabra suya podría cambiar las cosas, quería gritarle que lo amaba que aunque fuera novia y prometida de quien amaba también , lo amaba. No podía negarlo. Paul no lo hacía, yo tampoco. Pero debía detener esto, era una locura ir en contra de todo lo que ya habia planeado, pero verlo ahí delante de mi ... deseando que sea feliz con alguien que no es él "No me digas eso, sé que no deseas que sea feliz con Paul. Yo no debería decirte esto, pero tus sentimientos hacia mi son correspondidos; pero nada puede cambiarlo" dije hablando lentamente como si no estuviera segura de mis palabras, pero si lo estaba. Quería que me dijera algo que cambiara todo, secretamente y silenciosamente lo deseaba; pero eso lastimaría a muchas personas.

Tomó mi mano y una electricidad recorrió mi cuerpo, cerré los ojos y suspiré. ¿Qué debía hacer ahora? Entregarme con el corazón abierto a William y olvidar las promesas que le hice a Paul. Amarlo a pesar de todo, a pesar de que en algún momento yo me casaré si el no lucha por mi. "Te amo William Port" le dije aceptando su mano y aún con los ojos cerrados "pero hay muchas cosas que a pesar de que te ame y yo te ame a tí, no podrán cambiar. Tu quieres a Tamara, yo ... yo amo a Paul él ha sido lo que me ha mantenido bien durante todo este tiempo; no puedo dejarlo así como así. Y tu no dejarás a Tamara, lo sé" dije riendo sin humor. El destino nos odiaba. Abrí los ojos y levanté su mano, miré como se entrelazaban nuestro dedos, y no pude evitar soltar un sollozo. ¿Por qué simplemente no podíamos vivir nuestro amor?

Suspiré rendida "No digas nada que luego no podrás cumplir" le supliqué, no quería salir con el corazón roto en mi pedazos nuevamente. Una segunda vez no lo soportaría, no era tan fuerte. " Piensalo bien, tal vez tus padres tengan razón y yo no soy para tí. Soy una Platt, eso nada lo cambiará" le dije señalando lo obvio. Tamara el tipo de chica que sus padres querían para el, linda, de buena familia y con un futuro tan banal como ellos lo eran. Tamara y los padres de William estaban hechos para congeniar.

¿Qué haces? ¿Qué haces cuando la persona por la que has derramado más de una lágrima te dice que una palabra tuya cambiará todo? Si alguien podría ayudarme por favor que lo hiciera ya que esto me ponía entre la espada y la pared. Necesitaba pensar todo, no quería tomar la decisión incorrecta pero nada parecía ser lo correcto. No podía lastimar a ninguno de los dos y eso me lastimaba más a mí y ya no sabía que hacer. "Yo no sé William. Como desearía gritarte que si, que deseo que termines con Tamara que peleemos por esto,pero está Paul y no deseo hacerle daño. Ni a tí , espero que me entiendas" dije sintiendo su cercanía. Podía intuir que esto no estaba bien.