una diferente historia de amor parte 10

PARTE 10

Es increible como tantas cosas malas le pueden pasar a una sola persona verdad… aunque si pudiéramos poner nuestra vida en perspectiva veríamos que hay personas a las cuales les ha ido mucho peor que a nosotros, pero en situaciones como esta es imposible poner la vida en perspectiva, la demás gente no existe en situaciones así, solo nosotros y nuestro dolor….


-aun recuerdo cuando me golpeabas de chico cuando te seguía por todos lados…

Le decía a la tumba de mi hermano después de su entierro, no mucha gente lo conocía por la negación de mis padres a él, así que todo fue rápido y sin mucha conmoción.

Ya todos se habían retirados, solo Carolina me esperaba en mi auto, ella insistió en que nos retiráramos al igual que toda la gente pero yo no quise irme, tal vez todos ellos no le tomaron mucha importancia pero yo lo conocía mejor que todos ellos, mejor que mis padres…
Era mi hermano, era mi héroe, el había roto las reglas que yo por mis tabús no podía hacerlo, el había abandonado sus miedos y afrontado la vida como yo nunca lo haría, con total convicción de lo que era y de lo que sentía…

Soplaba un aire frio en el cementerio, como si los arboles sintieran mi dolor y como si el aire me acariciara el rostro y secara las pocas lagrimas que me quedaban. Pero no quería que terminara así, no podía, no quería imaginar mi vida sin él, sin la única persona que amaba más que a mí mismo y por quien daría la vida sin dudarlo un segundo, por el hermano, el amigo, el confidente, sin el…

Me dolía el corazón, me ardía el pecho de solo saber que ahora me encontraba solo, no podía ya llorar mas, no podría reír mas, no podre vivir de ahora en adelante, si supieran lo que duele sentirse solo, el ser el todo para muchos, el ídolo y sueño de muchos, muchos quisieran ser yo, verse como yo y tener lo que yo, si supieran lo que soy y que por dentro estoy vacio, no sé si después de saber eso aun quisieran tener mi vida…

Me arrodille a los pies de la tumba y me agache hasta que mi cabeza toco la tierra y las flores en su tumba, tome un puño de tierra con ambas manos y apretaba mis dientes para no soltar ese sollozo, ese grito de dolor que intentaba salir por mi boca desde mi alma, sentía mareos, ganas de vomitar como si todo el dolor que había estado guardado por años ahora quisiera salir…

Brotaban lágrimas de mis ojos, recorrían mi mejilla y caían en su tumba. Podía percibir el olor a tierra mojada que tanto me gustaba pero que ahora me ardía en la nariz a causa del saber que eran mis lágrimas en la tumba de mi hermano lo que provocaba aquel olor…

De pronto alguien me toco el hombro, suavemente…

-no, le des eso…
-el amaba verte sonreír, no es justo que le des esa despedida a tu hermano…

Era Alex, traía el labio roto y un severo golpe en la mejilla izquierda…
Se agacho un poco lento por el dolor de los golpes en su cuerpo y se arrodillo a un costado mío, yo simplemente lo abrase, me recargue en su pecho y llore como hacía mucho tiempo que no lo hacía…

Sentí por un segundo que no había dolor más grande que aquel que sentía, que equivocado esta…

Después de 10 minutos de estar llorando en los brazos de Alex de pronto deje de sentir que sus manos frotaban mi espalda en señal de consuelo, inmediatamente intuí de que algo estaba mal, levante la cara y pude ver algunas lagrimas que salían de los ojos de Alex pero no eran por afinidad a mi dolor era algo mas, lo veía en sus ojos…

Sin ganas de escuchar la respuesta de lo que estaba a punto de preguntar le dije….

-que sucede…
-m... m... me... me voy…
-que…
-lo siento, no quisiera hacerlo y menos en estas circunstancias…
-porque, a donde…
-aun no lo sé, vamos a abandonar a mi padre y mi madre quiere que nos vallamos lejos, dice que si nos quedamos cerca y nos encuentra no sabe que podría hacernos…
-y tú te quieres ir…? Quédate conmigo, te puedes quedar en mi casa si tu qui…
-no puedo dejarla sola, ella abandona a mi padre por mí, para protegerme…
-no me digas que esto terminara aquí…
-yo tampoco quiero que termine así…
-que puedo hacer para que te quedes…
-nada, no lo hagas mas difícil, yo sé que no es fácil para ti y menos ahora, pero no quería irme sin despedirme y sin decirte lo mucho que me importas y todo lo maravillosos y especial que me hiciste sentir, ojala y la vida quera y nos encontremos en un futuro y tal vez…
-mejor vete, no lo digas, esa palabra no existe más para mi, ya no …

Me levante, me di la vuelta y camine hacia mi auto, no quise voltear, estaba dejando atrás todo por lo que mi mundo giraba, ahora me había dado cuenta, lo amaba y no podía hacer nada para estar con él, estaba dejando atrás a todo lo que me importaba, mi familia, el amor, mis motivos para vivir, era hora de enfrentarme a la realidad, de levantar la cabeza y comenzar a vivir, negando lo que era, eso es fácil todo mundo lo hace, lo que no se es hasta cundo podre hacerlo…

Subí al carro y sin decir nada a Carolina maneje hasta mi casa, no pude voltear a tras, no tenía ya mas fuerzas de luchar, ahora andaba en automático, solo podía decir y sentir lo necesario, al llegar entramos y fuimos a mi cuarto…

Comencé a besarla, a desgarrar su ropa, quería sentir su calor, quería sentir el calor de algo, de alguien, sentir que no estaba solo, que alguien estaba a mi lado…

Ella por un segundo intento detenerme, pero al verme a los ojos comprendió inmediatamente que realmente lo necesitaba, que no era sexo, ni amor, era necesidad de algo, de aquello que se necesita para seguir viviendo sin tener ganas de hacerlo…

4.00 am Carolina yacía dormida en mi cuarto, yo en la sala de mi casa desnudo, sucio por la larga jornada de eso que no tiene nombre ya que no es más que nada, fue solo dejarse llevar por los instintos primitivos del hombre en su nivel más bajo de razonamiento …

Fumaba un cigarro, escuchaba el estéreo de la casa a su nivel mas bajo, pensaba en la vida que jamás tendría y en el punto en el que estaba girando mi vida y a donde se dirigía. Esa noche, aquella noche no le hice el sexo a Carolina, le hice el amor en mi mente a Alex, fue mi despedida, fue su despedida de mi vida, yo solo podía enfocarme en aquella música, en ese licor que tomaba y en aquel cigarro que fumaba…


A placer, puedes tomarte el tiempo necesario
que por mi parte yo estaré esperando
el día en que te decidas a volver y ser feliz como antes fuimos.
Se muy bien, que como yo estarás sufriendo a diario
la soledad de dos amantes que al dejarse
están luchado cada quien por no encontrarse.
Y no es por eso, que haya dejado de quererte un solo día
que estoy contigo aunque estés lejos de mi vida
por tu felicidad a costa de la mía.
Pero si ahora tienes tan solo la mitad
del gran amor que aun te tengo
puedes jurar que al que te quiere lo bendigo
quiero que seas feliz
Aunque no sea conmigo…
(Celso Piña y Café Tacuba – Aunque no sea conmigo)